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Entendemos por “Visión Funcional” a lo que toda persona usa cuando se encuentra involucrada en cualquier actividad del mundo real tal como conducir, recrearse o trabajar. El correcto reconocimiento de los rostros de las personas o de la señales en el tránsito -dos tareas típicas del día a día- son claros ejemplos de uso de la visión funcional y que van más allá de lo que puede ser informado por los test clásicos de agudeza visual.
Visión Funcional y Calidad de visión
El aspecto más importante a notar es que la Visión Funcional está directamente relacionada con la calidad de visión de una persona y, por lo tanto, directamente vinculada a su calidad de vida.
Tradicionalmente la visión espacial ha sido caracterizada a partir de la Agudeza Visual, que es una medida del menor detalle que una persona es capaz de reconocer o detectar. Esta evaluación es realizada usando optotipos de alto contraste (alrededor del 90%), con bordes bien definidos y en niveles altos de iluminación. Sin embargo lo que obtenemos aquí es una evaluación cuantitativa de la visión de una persona. Según esta perspectiva, bastaría que todos los detalles de un objeto superen ese tamaño mínimo para que sea perfectamente visible. Nada más alejado de la realidad: todos sabemos que para conseguir una buena visibilidad es necesario considerar también aspectos como el contraste y la luminosidad. Si esos mismos optotipos son presentados con un contraste menor ¿se obtendrían los mismos valores?. O peor, si la persona tiene algún déficit en su visión –por ejemplo cataratas- esos altos valores de contraste permitirán que ella siga viendo las letras aunque ya le resulte imposible distinguir cosas de tamaño mucho mayor pero menor contraste (p. e. un perro negro en una calle pavimentada).
Así, para evaluar la calidad de la visión de una persona, es necesario saber cómo detecta los objetos no sólo en función de su tamaño sino también de su contraste. Para esto se utiliza la “Función de Sensibilidad al Contraste”, la cual refleja la capacidad del sistema visual humano para detectar objetos de diferente tamaño y contraste.
Cómo se evalúa la Visión Funcional
A lo largo de varias décadas, y como aplicación práctica de las investigaciones que se realizaron, fueron surgiendo diferentes test y equipos para la determinación de la función de sensibilidad al contraste, dirigidos especialmente a la clínica oftalmológica. De acuerdo al soporte empleado, los test pueden dividirse en dos grandes grupos: los basados en láminas y los basados en equipos electrónicos.
Los test basados en equipos electrónicos, como el que presentamos aquí, aprovechan las capacidades de los dispositivos de video para generar y manipular estímulos visuales de todo tipo. Además presentan otras ventajas:
Confiabilidad
La primera condición es lograr una adecuada reproducción de los estímulos. Esto se logra con una adecuada calibración del sistema la cual puede repetirse periódicamente. Por otro lado, el utilizar monitores de video garantiza cierta inmunidad a las condiciones de iluminación del ambiente donde se realizan las pruebas, cosa que no sucede con los test de láminas, que presentan variabilidad según sea la iluminación utilizada.
Tiempo de medición
Aunque ésta es esgrimida como una ventaja de los test de láminas, la misma está basada en la limitada cantidad de estímulos que pueden presentar y en la metodología empleada. Si se realiza una adecuada programación de la prueba, los equipos electrónicos pueden alcanzar fácilmente los tiempos de los test de láminas.
Flexibilidad y Versatilidad
Mientras los test de láminas presentan una configuración muy reducida, los equipos electrónicos presentan la gran ventaja de poder ser reprogramados, modificándose la configuración de la prueba según las necesidades de la medición que se desee realizar. Además, el FVC 100 © cuenta con la capacidad de manipular y guardar los datos obtenidos.
A su vez, los test pueden dividirse entre aquellos que emplean letras u otros optotipos y los que emplean redes sinusoidales. Aunque los test con letras de bajo contraste aparecen como una alternativa, debido sobre todo a que plantean una transición lógica de los test clásicos de Agudeza Visual, no han mostrado ser estos los estímulos más sensibles en la evaluación de la sensibilidad al contraste. A partir de investigaciones sobre la manera en que el sistema visual humano procesa los estímulos captados por el ojo se determinó que las redes sinusoidales pueden ser usadas para evaluar de forma precisa cada uno de los “canales” independientes que se encargan de analizar el tamaño y contraste. Para eso diferentes frecuencias espaciales son utilizadas, siendo expresadas en la cantidad de elementos por grado de ángulo visual o “ciclos por grado”.
Como puede deducirse, los test de Agudeza Visual sólo se correlacionarían con las redes sinusoidales de alta frecuencia espacial y alto contraste, dejando sin evaluar un amplio espectro de posibilidades.
Detección de Anomalías
La función de sensibilidad al contraste es un potente instrumento para estudiar el sistema visual de manera no invasiva. Su forma normal puede verse alterada por diferentes causas, ya sea en los medios ópticos del ojo, en la retina, en las vías visuales, en el área visual del cerebro o deberse a combinaciones de ellas. Así, estas alteraciones en el trazado de la curva de sensibilidad al contraste pueden ser utilizadas para el diagnóstico y seguimiento de las posibles enfermedades visuales, siendo esto de gran valor clínico.
Para conseguir una adecuada detección de anomalías en el sistema visual es que son necesarias las curvas de normalidad. Las mismas son determinadas a partir de una muestra significativa de la población y generalmente segmentadas por la edad de los sujetos.
Su utilización es simple: basta con trazar los valores de sensibilidad al contraste medidos en el sujeto y aquellos puntos de la curva que se alejen del área de normalidad estarán indicando algún problema y deberán ser estudiados con detenimiento para saber a qué puede deberse. En el caso del equipo aquí presentado el trazado de la gráfica es realizado de forma automática.
Medios oculares
Una de las alteraciones más frecuentes de los medios oculares es la catarata, la que produce un aumento de la dispersión de la luz dentro del ojo y una progresiva pérdida de la transmitancia ocular. Los cambios en la función de sensibilidad al contraste suelen presentarse en las frecuencias medias y altas, si bien a medida que progresa la catarata, la pérdida aumenta y va afectando gradualmente también las frecuencias más bajas.
Neuropatías
Una de las principales causas de daño en el nervio óptico es el glaucoma. Los pacientes con glaucoma suelen exhibir pérdidas en la sensibilidad al contraste que comienzan en las frecuencias espaciales medias, alrededor de los 4 c/gr y aumentan para las altas, especialmente alrededor de los 12 c/gr
Refractivas
Aunque son déficits bastante frecuentes, los errores refractivos pueden tener un efecto importante en la función de sensibilidad al contraste. En el caso de la miopía, la misma se caracteriza por producir una pérdida específica en las medias y altas frecuencias espaciales, generalmente a partir de los 3 c/gr. Incluso pueden detectarse caídas en la sensibilidad al contaste con una corrección refractiva adecuada si la persona no está acostumbrada a utilizarla.
Quirúrgicas
Una de las aplicaciones más promisorias de la sensibilidad al contraste es el control pre y post operatorio de los pacientes sometidos a diferentes tipos de intervenciones quirúrgicas. En el caso de la queratoplastía o transplante de córnea, luego de la operación los pacientes presentan una depreciación total de la curva de sensibilidad. Luego, aunque los valores irán elevándose progresivamente, es probable que quede una pérdida de la sensibilidad al contraste debida a las aberraciones de alto orden remanentes.
No oftalmológicas
Dada a sus cualidades para evaluar la función visual, es importante recordar que la sensibilidad también es afectada por parámetros no oftalmológicos tales como el cansancio. La fatiga puede producir alteraciones en los resultados de la prueba, las que incluso llegan a parecerse a las ocasionadas por una patología. Este ejemplo permite destacar también la importancia de los aspectos psicológicos cuando se realiza cualquier tipo de mediciones psicofísicas. |
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